Con un intenso sabor a mar, las Ortiguillas ofrecen una experiencia gustativa inolvidable para los amantes de la gastronomía marina.
Su implementación gastronómica se remonta a la década de los 40, en plena posguerra española; puesto que, la necesidad de las comunidades más próximas a la costa, las llevó a incluir las llamativas Ortiguillas en su dieta. Así, progresivamente dio un salto a la alta culinaria en España.
Actualmente, es un plato que se consume con bastante frecuencia, siendo aún más popular en su hábitat natural, en la costa de Andalucía, principalmente en Cádiz. Por ello, son conocidas como las Ortiguillas de Cádiz. Pero, ¿qué son realmente las ortiguillas de mar?
¿Qué son las Ortiguillas?
Su nombre científico es Anemonia sulcata; en concreto es una anémona clasificada como marisco. En España, es reconocida como anémona común de mar y ortiguilla u ortiga de mar en Andalucía.
La ortiga de mar es un animal primario de pequeño tamaño; está constituida por células urticantes y tentáculos que les permite alimentarse de los peces más pequeños, así como otras especies invertebradas como los mariscos.
De esta manera, se encuentran asentadas en rocas submarinas o en arrecifes de colar, a una profundidad que varía; siendo encontradas más comúnmente por los submarinistas a unos 10 o 20 metros de profundidad. El movimiento de la ortiguilla de mar va en sintonía con el bamboleo de las olas.
Debido a la sustancia urticante que liberan sus tentáculos, las ortigas de mar siempre deben manipularse con guantes, antes de su cocción; para así evitar posibles irritaciones. Después que estén cocidas ya no hay de qué preocuparse, solo disfrutar su exquisito sabor.
¿Cómo reconocer a las Ortiguillas de mar?
Al verlas por primeras ves, muchas personas pueden confundirlas con algas, cuando en realidad forman parte del reino animal.
Las ortiguillas son de forma cilindrica, su tamaño por lo general tiene apenas 6 cm de altura y 3 cm de anchura. Los tentáculos son de extremos rosados y coloridos tonos liliáceos que le confieren un aspecto muy llamativo.
No obstante, permanecen resplandecientes mientras están en el mar; ya que al extraerlas cambian su color a un tono oxidante, por lo que en su estado crudo no resultan muy apetitosas a la vista.
Ortiguillas, propiedades y beneficios
Por fortuna, las Ortiguillas pierden sus propiedades urticantes con la cocción, conservando su potente y exquisito sabor a mar. En la gastronomía, lo que más distingue las ortigas de otras especies marinas, es su peculiar textura fluida que se asemeja a una suave gelatina.
Sin embargo, conservar su textura y frescura requiere de una delicada conservación; dado que, lo recomendable es prolongar la vida en agua de mar hasta que llegue el momento de prepararlas.
En relación a sus beneficios dieteticos, las ortigas de mar poseen componentes muy similares a los del pescado. En este sentido, cuentan con un alto contenido proteico, con purinas, colesterol y su contenido en grasas es bajo. Además, al igual que el resto de los mariscos, su colesterol contiene esteroles, lo que hace que su absorción sea muy baja.
¿Cualquiera puede pescar las ortigas de mar?
Desde el 2003, la pesca de ortiguillas es regulada por la Junta de Andalucía, siendo exclusiva la licencia para capturarlas. Esta restricción se generó en respuesta al descontrol que existía en su marisquería.
En cambio, hoy por hoy solo se capturan 24 kilos de ortiguillas por cada mariscador. Esta actividad puede realizarse en todo el año, menos en el mes de enero y febrero, en los que se decreta una veda de pezca (tiempo en que se prohíbe pescar), de forma que se pueda asegurar la población de este animal.
¿Dónde se consiguen las Ortiguillas de Mar?
Las ortigas de mar se extraen del mar Atlántico, con mayor frecuencia en la provincia de Cádiz, de la costa andaluza. Por eso, se ha convertido en uno de los platos más populares y peculiares de este territorio.
No obstante, hoy día puedes comprar y degustar las Ortiguillas en Madrid, Sevilla, entre otras ciudades españolas. Pero, ¿cómo es esto posible? Si las ortiguillas son una especie que pierde su frescura rápidamente.
A pesar de que su conservación dificulta su traslado a lugares más retirados de su hábitat natural; se ha creado una receta que permite preservar todo su sabor y a su vez poder conseguir ortiguillas para comprar en otros lugares.
Así es, la población de Cádiz descubrió que la mejor manera de conservar las propiedades de la Ortiguilla, es pasada por harina y prefrita, para luego vender las ortiguillas congeladas.
Constituyendo así, su más común y muy exquisita preparación, las ortiguillas fritas; una tapa que no puede faltar en los bares de la Costa de Cádiz. Si algún día te das un paseo por la provincia, no dejes de probarla.
Preparación de ortiguillas fritas
Cuando compras las ortiguillas congeladas, estas ya han pasado por una preparación previa; es decir, se han enharinado y se ha hecho un muy breve prefrito, de forma que aún conserve su estado fresco, antes de congelarse.
Por eso, en tu cocina solo tendrás que freirlas, se recomienda que sea en aceite de oliva bien caliente y que no tarde más de medio minuto. Cumpliendo con esos sencillos pasos, lograras un exquisito resultado.
Sencillamente, una combinación que resulta explosiva para el paladar, debido a que adquiere una textura crujiente por fuera y con un jugoso sabor a mar por dentro.
Además, las ortiguillas las puedes acompañar con el contorno de tu preferencia; si quieres sentirte en plena costa andaluza, la mejor manera de disfrutar de este aperitivo, es con limón en rodajas y con vino de manzanilla.
También, luego que estén fritas pueden mezclarse con arroz e incontables ingredientes para hacer un creativo patillo. La primera vez que alguien prueba las ortiguillas, queda sorprendido ante su concentrado sabor y fascinante textura.
Por eso, si aún no has probado las Ortigas de mar, cuando llegue la ocasión de hacerlo no desaproveches ese placentero gusto al paladar.